Así como la COVID-19 afectó a casi todas las facetas de la sociedad, nosotros también tuvimos que cambiar rápidamente en medio de entornos que cambiaban con rapidez, especialmente en nuestra cadena de suministro.
Rápidamente, comunicamos nuestras expectativas a los socios de distribución y a otras personas que acceden habitualmente a nuestros restaurantes para realizar evaluaciones, mantenimiento y otros servicios necesarios, y establecimos un protocolo para compartir información según sea necesario para respaldar los asuntos de seguridad en nuestros restaurantes.
Tras el inicio de la pandemia, se informaron muchas interrupciones en la cadena de suministro, en particular en las instalaciones de procesamiento de carne, y tuvieron un impacto a corto plazo en la capacidad de Wendy’s para suministrar continuamente nuestra característica carne de res fresca y nunca congelada a nuestros restaurantes de los Estados Unidos y Canadá.
No somos propietarios ni operamos ninguna cadena de suministro u operaciones de fabricación en Wendy’s. Confiamos en que nuestros proveedores sean grandes socios en el suministro de los alimentos de alta calidad que esperan nuestros clientes. Gracias a años de trabajo en la construcción de relaciones sólidas con los proveedores, pudimos trasladar con éxito muchas de nuestras interacciones con los proveedores a formatos virtuales a corto plazo. Por ejemplo, a pesar de la pandemia, hemos podido continuar realizando evaluaciones de las instalaciones de forma remota y colaborar con los proveedores en la creación de nuevos productos utilizando herramientas virtuales y compartiendo datos entre los proveedores y nuestros equipos culinarios y de control de calidad. Otras repercusiones en la cadena de suministro fueron los nuevos artículos necesarios, como las mascarillas, los guantes y la señalización de distanciamiento social, en los que tuvimos que desarrollar o ampliar rápidamente las fuentes de suministro para respaldar nuestro sistema.
Algunos de estos cambios han sido o serán temporales. Con el optimismo de que la COVID-19 se controlará como una crisis de salud pública, prevemos que ciertos elementos y procesos no tendrán que perdurar de forma permanente, como los requisitos de protección facial y distanciamiento social, y las restricciones en los viajes y las reuniones grupales. En otras áreas, sin embargo, prevemos que algunos de los cambios impulsados por la COVID-19 en nuestra cadena de suministro y operaciones continuarán, porque han habilitado nuevas formas de participación.
Por ejemplo, actualmente estamos poniendo a prueba un proyecto que utiliza la tecnología de Google Glass y que puede permitirnos reducir algunos desplazamientos presenciales sin dejar de controlar a determinados proveedores desde el punto de vista de la calidad, la seguridad alimentaria y los estándares de la marca. Además, muchas instalaciones de proteínas que manipulan animales vivos utilizan monitoreo continuo por video, al que se podría acceder para controlar el bienestar animal y otros estándares requeridos de manera virtual en el futuro. También esperamos que haya cambios en ciertos requisitos o regulaciones federales, estatales y locales o provinciales relacionados con las condiciones de seguridad en el lugar de trabajo en función de las enseñanzas de la pandemia de la COVID-19. Como ocurre con cualquier ámbito en el que evolucionan las regulaciones, los estándares y las prácticas que esperamos de nuestros proveedores también evolucionarán para reflejar cualquier requisito más exigente que las autoridades reguladoras pertinentes impongan a los proveedores.